Concepto filosófico y sociológico que puede definirse como el proyecto de imponer la razón como norma trascendental a la sociedad. Es la posibilidad política reflexiva de cambiar las reglas del juego de la vida social y el conjunto de las condiciones históricas materiales que permiten pensar la emancipación conjunta de las tradiciones, las doctrinas o las ideologías heredadas y no problematizadas por una cultura tradicional.