Antes, a quien daban las gracias, le contestaban "de nada"; de u día para otro, unánimemente, empezaron a contestarle "por nada". Algunas autoridades sitúan el misterioso cambio en 1975.
Fuente:
BIOY CASARES 1978 Bioy Casares, Adolfo (1978) Breve diccionario del argentino exquisito Buenos Aires: Emecé Editores