La posibilidad de que Filipo I fuese cristiano es motivo de controversia y debate en la historiografía moderna.
(244-249) Emperador de la Anarquía Militar*, sucesor de Gordiano III, Emperador de Roma*, de quien había sido prefecto del pretorio. Originario de Siria, fue proclamado por las legiones del Este mientras el aún emperador estaba en campaña en Persia. Asoció a su hermano Julio Prisco al poder y nombró César a su hijo Filipo II*, "el menor". Durante su reinado se conmemoró el milenario de Roma (año 248), que fue celebrado con grandes juegos. Filipo impulsó la reconstrucción de su ciudad natal, Chabha, renombrada como Filipópolis, y ordenó la deificación de su padre, en lo que parece un intento de iniciar una dinastía. Sus orígenes se reflejan también en sus emisiones monetarias, en las que se representaron deidades sirias. Su negativa a pagar los tributos pactados a los pueblos germanos se relaciona con incursiones de éstos en el Imperio. Además, varias legiones se alzaron en el Danubio. Para enfrentarse a ellas se envió al senador Decio* quien, con un ejército formado principalmente por las legiones ilirias, aplacó la revuelta y fue aclamado emperador por sus tropas. Filipo se enfrentó a la rebelión, pero fue derrotado. Él y su hijo fueron asesinados por orden de Decio.