Mesa* o caja* donde se guardan los afeites y artículos de aseo, con espejo*. También las cajas* o cofres* con espejo en el interior de la tapa.. Se equipan con cajitas, bandejas, frascos, etc.
Los primeros tocadores aparecen en el último tercio del siglo XVI, con forma de bufetes* con uno o varios cajones bajo el tablero, y otros en las testeras, en los que se guardan pomos, cajas de peines, bandejillas, azafates y otras guarniciones; sobre el tablero coloca un espejo independiente en forma de atril; este tipo pervive durante los siglos XVIII y XIX, y recibe en este último el nombre de "toilette à la Pompadour". En Francia se usa el término toilette desde el siglo XIV, referido a una pieza de tela en la que se guardan objetos de uso personal; en el siglo XVII es ya la tela, o telas, que se extienden sobre la mesa tocador. Las cajas tocador renacentistas y barrocas se colocan sobre un pie alto, que desde la segunda mitad del siglo XVII se hace a juego; algunas son muy ricas. A fines de esta centuria surge un tipo más evolucionado, con cajones, compartimentos y espejo incorporado a la estructura: los más tempranos derivan de la caja tocador, y cuentan con un tablero dividido en dos alas que se abren hacia los laterales. Hacia 1735 el tablero pasa a dividirse en tres partes, la central elevable hacia atrás con un espejo en su interior; suelen contar también con una tableta para escribir (cfr. escritorio tocador*). Otras variantes presentan tapa única con espejo en la cara interna, cajones sobre tres de los lados del tablero, etc. Se combinan con otros muebles: escritorios*, mesillas de noche*, bidets*, etc. (María Antonieta encargó uno que servía también para comer y para escribir de pie o sentado). A fines del siglo XVIII se populariza el tocador con tablero de mármol y espejo vertical entre montantes, de inclinación regulable (coiffeuse*)