Se refiere a la revocación de un contrato por la venta realizada fuera del establecimiento de un empresario (es bastante usual y existen numerosos ejemplos de ella en donde el comerciante llama a nuestra puerta para ofrecernos una enciclopedia, las reuniones en casa para conocer productos de belleza ofrecidos por el representante de una empresa, las ventas realizadas en un transporte público, etc.). Todos estos casos tienen características comunes: el comprador ha de expresar su voluntad en presencia de un profesional de la venta, bajo su presión y con sus técnicas de venta agresivas. Además, en estos casos el consumidor no tiene oportunidad de comparar lo que se le ofrece con otros precios y calidades. Se han dado también situaciones de fraude en un colectivo, el de la tercera edad, con ocasión de la organización de excursiones o viajes cuya finalidad era la de vender productos muy caros o con propiedades falsamente curativas. Ante estas situaciones la legislación protege a la persona afectada y respalda la revocación de ese tipo de contratos o compromisos.