La Convención Europea de Derechos Humanos representa un esfuerzo colectivo en Europa para reforzar algunos de los derechos contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Los Estados Contratantes se encargan de asegurar a cada uno en su jurisdicción una serie de derechos políticos y libertades establecidos en la Convención Europea.