Pequeño cuadrado de seda o de hilo, que se usa para varias funciones innobles alrededor de la cara, y resulta especialmente útil en los velatorios para resaltar la ausencia de lágrimas. El pañuelo es de invención reciente; nuestros antepasados, que no lo conocían, usaban la manga. Cuando Shakespeare lo introduce en "Otelo", incurre en un anacronismo: Desdémona se limpiaba la nariz con las faldas, mientras que el doctor Walker y otros reformadores de nuestros días lo hacen con los faldones de la levita --prueba de que las revoluciones a veces retroceden.