t. e i. Dar respuesta, o manifestar de otro modo que se tiene conciencia de haber inspirado un interés en lo que Herbert Spencer llama "eternas coexistencias"; fue así como Satán "achatado como un sapo" junto a la oreja de Eva respondió al toque de la lanza del ángel. Responder por daños, es contribuir al sostén del abogado del demandante y, de paso, a la satisfacción del propio demandante.