El origen orgánico del petróleo es universalmente aceptado, aunque en su estado natural se le atribuye un valor mineral.
Mezcla natural de hidrocarburos* de las series parafínica, nafténica y bencénica, en proporciones muy variables, que condicionan sus características de olor, color, viscosidad y densidad. Sus elementos componentes pueden ser gaseosos, líquidos o sólidos. Sus impurezas más importantes son compuestos de azufre* y nitrógeno. Se encuentra en acumulaciones ocupando poros, grietas u oquedades en las rocas sedimentarias y, más raramente, por migración, en metamórficas o ígneas. Mediante diversas operaciones de destilación y refino se obtienen de él distintos productos utilizables con fines energéticos o industriales, como la gasolina, la nafta, el queroseno, el gasóleo, etc. Desde la Antigüedad, el petróleo aparecía de forma natural en algunas zonas del Oriente Medio y fue empleado por asirios y babilonios en la construcción o en varias artesanías.