Los disolventes reactivos son aquellas sustancias líquidas que, al disolver un sólido, afectan a su composición química, de modo que la evaporación del líquido no nos deparará la sustancia inicial, sino un derivado de ésta. Por esta razón, no se le considera como un disolvente en sentido estricto, aunque en el pasado se ha empleado como tal, en operaciones de limpieza en el proceso de conservación y restauración de obras de arte.
Sustancia generalmente líquida y volátil, capaz de disolver, sin cambios químicos, una sustancia sólida o semi-sólida, formando una disolución homogénea. Constituye el componente mayoritario de esta disolución, respecto al soluto o solutos presentes. Los disolventes constituyen uno de los grupos de productos químicos de mayor uso industrial. Su clasificación química los agrupa en disolventes polares (constituidos por moléculas polares, es decir, la molécula presenta un polo positivo y otro negativo) y disolventes apolares (constituidos por moléculas no polares, es decir, carecen de polo positivo y negativo). También se clasifican en disolventes acuosos y orgánicos (los hidrocarburos* y sus derivados).