Los pigmentos* naturales son de composición variable y pueden contener diversas impurezas según su procedencia. Pueden ser materiales de naturaleza vegetal (como el negro de humo*), animal (como el negro de marfil*) o mineral (como el bermellón* natural o los ocres*). A diferencia de los pigmentos artificiales*, que son el producto de una reacción química, la manufactura de estos pigmentos requiere operaciones tales como la combustión (para los pigmentos orgánicos*), la purificación, el molido o el tostado (para los pigmentos minerales*) y la levigación (para las tierras*).