Material procedente de las placas del caparazón de la tortuga* Carey ("Eretmochelys imbricata") y de la tortuga "Caretta caretta" o falso carey. Es muy apreciado por su color castaño veteado, por ser maleable y moldeable en agua* caliente (se vuelve rígido al enfriarse) y porque admite un alto grado de pulimento. Fue empleado como materia ornamental desde la época romana, en chapeado de muebles, revestimiento de arquetas y marcos y en la fabricación de objetos pequeños como cajitas o peines. Ha sido muy imitado con asta* teñida y, desde el siglo XIX, con celuloide*.