La clara de huevo se conoce habitualmente como albúmina*, es decir, la principal proteina* presente en su composición.
Parte del huevo*, esencialmente proteica, líquida y transparente, que rodea la yema del huevo*. Se ha empleado en las técnicas artísticas, tradicionalmente, como adhesivo* (sobre todo para la miniatura, para el dorado, así como para la preparación de algunos colorantes*) y como barniz* (en pintura, escultura policromada o en las encuadernaciones de piel*). La clara de huevo ha sido empleada también como emulsión fotográfica, tanto en la confección de negativos como en positivos. El proceso de su preparación consistía en batirla varias veces, dejándola reposar entre cada batido, hasta conseguir un líquido transparente. A veces se le añadían aditivos*, como agua* o vinagre*, para modificar alguna de sus propiedades.