Madera* porosa, de color marrón claro rojizo. Tiene anillos de crecimiento bien diferenciados, poro difuso y radios medulares oscuros marcados, largos, unos muy finos y otros gruesos, que aparecen en el corte radial en forma de espejuelos y en el tangencial en líneas verticales gruesas y cortas. Presenta fibra entrelazada y ondulada, parénquima apotraqueal difuso y en bandas uniseriadas, y grano medianamente grueso. Es muy dura y pesada. Se ha hecho mucho uso de la encina en estructuras arquitectónicas. Mencionada ya en El Escorial, se emplea en chapeados desde la segunda mitad del siglo XVI, en ocasiones combinada con madera de ébano* o marfil*; también en macizo, por ejemplo en camas.
La encina ("Quercus ilex") es un árbol de la familia de las Fagáceas. Crece en toda la cuenca mediterránea hasta Portugal. Su corteza* posee gran cantidad de taninos*, por lo que es muy apreciada en el curtido de las pieles*. Su fruto*, la bellota*, se ha usado como amuleto.