Sustancia dura y blanquecina con matices irisados, dispuesta en láminas paralelas entre si, que se forma en el interior de las conchas* de la mayoría de los moluscos, sobre todo de la concha de madreperla*, de la concha de oreja de mar*, de la concha de los nautilos, así como de muchos otros bivalvos. En concreto, las especies más frecuentes de las que procede son: el burgau, caracol de mar del Océano Índico y de las costas americanas, de color blanco, que alcanza los 5 o 6 cms de longitud; las trocas de Madagascar, Filipinas e Indonesia, de color blanco amarillento; la almeja del Mississipi, de color blanco lechoso, y las ostras perlíferas, de diversos tonos: la oreja de mar presenta dibujos espirales blancos, azules o verdes y el goldfish del Japón reflejos verdosos o rosas. También es común el nácar bastardo de California o negro de Tahití, claro en el centro y oscuro hacia los bordes. Se ha empleado como material para incrustaciones en mobiliario, orfebrería y otros. Para su aplicación sobre muebles se corta con sierra en placas de 1 o 2 mm. de espesor y de no más de 5 o 6 cm. de largo, ya que no se puede aplanar, lo que limita las dimensiones del material aprovechable. Los detalles decorativos se graban con buril.