Colorante* orgánico obtenido a partir del líquido pardo oscuro segregado por algunos Cefalópodos, como el calamar o la sepia (en particular la sepia ya que sus bolsas de tinta son más abundantes). La tinta* se extrae de las bolsas del animal, se seca y se pulveriza. Luego se hierve con lejía y se precipita mezclándola con ácido clorhídrico*. Una vez lavada y seca, se mezcla con goma arábiga* y se guarda en barras o en tubos. Su coloración final es de un tono oscuro negruzco, con un grano muy fino. Es insoluble en agua* y muy sensible a la luz y a los elementos químicos. A finales del s. XVIII se populariza su uso en Europa para dibujar y pintar en acuarela.