(811-813) Emperador de la Dinastía Isáurica*, sucesor de Estaurakios, Emperador de Oriente*. Tras la abdicación de este último, herido en una batalla contra los búlgaros, Miguel I se convirtió en emperador contando con el apoyo del patriarca Nicéforo I, quien le hizo firmar un documento en el que prometía respaldar la Ortodoxia y respetar al clero. Miguel I mantuvo un gran interés por los asuntos religiosos y promovió la relación entre el patriarca de Constantinopla y el papa León II*. La austeridad fiscal practicada por Nicéforo I, Emperador de Oriente* fue rechazada por este emperador, que realizó lujosas donaciones a iglesias y monasterios. Consintió en reconocer el título de emperador a Carlomagno* a cambio de la restitución de Venecia y otros lugares capturados por aquél en la costa dálmata. Después de su derrota en Versinikia abdicó en favor de León V, Emperador de Oriente* y tomó los hábitos, adoptando el nombre de Atanasios.