En las campañas contra los árabes del 677, los bizantinos hicieron uso por primera vez del llamado "fuego griego", una fórmula inventada por un refugiado cristiano de Siria que permitió destruir buena parte de la flota califal ya que podía arder sobre el agua.
(668-685) Emperador de la dinastía Heráclida*, hijo y sucesor de Constante II, Emperador de Oriente* y emperador desde abril del 654. Derrotó al usurpador Mezizios, proclamado emperador tras el asesinato de su padre en Sicilia. En un principio gobernó con sus hermanos menores Heraclio y Tiberio, pero en el 681 los depuso y ordenó mutilar, quizá por conspiración. Las presiones árabes fueron en aumento en diversas zonas del Imperio, llegando a sitiar la capital (674-678), pero Constantino IV consiguió derrotarles. El Califato Omeya de Damasco*, vencido también en Asia Menor, se vio obligado a aceptar un acuerdo y pagar un tributo. Otras amenazas externas fueron afrontadas por medio de acciones diplomáticas: se firmaron acuerdos con los lombardos, que habían capturado Brindisi y Tarento, y con los ávaros. En los Balcanes, en cambio, se tuvo que reconocer el asentamiento de búlgaros al sur del Danubio. En el 681 Constantino IV convocó el Tercer Concilio Ecuménico de Constantinopla, que condenó el Monotelismo. Intentó también revaluar la moneda de bronce, emitiendo un follis de 18 gramos. Fue sucedido por su hijo Justiniano II, Emperador de Oriente*.