(1461-1483) Sucesor de Enrique VI, Rey de Inglaterra* y primer representante de la dinastía de York en la Corona inglesa. Durante su reinado se centró en la política exterior, estableciendo buenas relaciones con Francia y con Escocia, así como acrecentado la actividad comercial con Flandes. Esto le proporcionó ingresos para la arcas públicas. Por otro lado, su política interior se orientó a fórmulas para contentar a la nobleza, que le había apoyado en su ascensión al trono, a través de compensaciones económicas, y en satisfacer al parlamento, no aumentando los impuestos reales. Estas medidas supusieron un aumento de los gastos para los fondos reales. Su heredero era menor de edad, Eduardo, y fue asesinado por Ricardo, que reinaría con el nombre de Ricardo III, Rey de Inglaterra* y que era hermano de Eduardo IV.