Se le considera rey aunque nunca fue ungido, ya que en realidad era un jefe militar. Algunos historiadores le llaman rey-emperador.
(919-1024) Monarca sucesor de Conrado I, Rey del Reino Franco Oriental* primer representante de la Casa de Sajonia. Se le considera rey, aunque realmente nunca fue ungido, pero revistió de prestigio la corona y preparó el camino del Imperio. Centró la atención de su reinado en la amenaza húngara, en contener a los daneses y a los eslavos, que constituían una permanente amenaza en Alemania oriental. A estos últimos les venció en Lenzen. Los éxitos militares que consiguió y la permanente amenaza húngara, sirvieron para que los duques fuesen colaboradores del monarca, incluso Wenceslao de Bohemia, se uso bajo la soberanía de Enrique como protección frente a los magiares. Antes de morir asoció el trono a su hijo Otón, el futuro Otón I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico*. Sin embargo al no distribuir la herencia de forma igualitaria entre sus hijos, se produjeron enfrentamientos sucesorios.