(1285-1314) Sucesor e hijo de Felipe III, Rey de Francia*. Rey consorte de Navarra al casarse con Juana I, Reina de Navarra*. Su reinado se distinguió por la expansión del poder real y la consolidación de la monarquía. En el gobierno hubo juristas romanos en lugar de clérigos. Despojó de sus bienes y expulsó a los judíos, además de acabar con la Orden de los Caballeros Templarios, cuyas propiedades pasaron a la corona de Francia. Durante su reinado comenzó a emerger la concepción moderna del Estado, organizado en un aparato articulado y organizado. En política exterior mantuvo enfrentamientos con Eduardo I, Rey de Inglaterra* a causa de la Guyena, y tuvo conflictos con el Papa Bonifacio VIII.