Pueblo de la Edad del Hierro* de origen indoeuropeo identificable con la cultura arqueológica de La Tène*. El término "celta", usado por primera vez por historiadores y geógrafos griegos, alude y agrupa a diferentes poblaciones que comparten rasgos étnicos, lingüísticos, artísticos y culturales percibidos por sus contemporáneos como tradiciones comunes. Su proceso formativo no se conoce bien, aunque la precedente Cultura de los Campos de Urnas*, del Bronce Final*, cuya tradición continúa en la Cultura de Hallstatt*, ya corresponde a gentes celtas que hablarían una lengua proto-celta. Se consideran "celtas" los territorios atlánticos hasta la desembocadura del Danubio y desde la Península Ibérica (ver Culturas célticas*) hasta las costas del mar del Norte. Por el Este llegaron a Italia, donde saquearon Roma en el 390, y en el s. III a Turquía, donde se asentaron en la región que llamaron Galatia y en la que una lengua celta se hablaba aún en el s. V d.C. Esta amplia dispersión explica y justifica su variabilidad interna en determinados rasgos, a pesar de una identidad general en su cultural material. Fueron las presiones migratorias de los pueblos germanos y militares de Roma las que terminarían con el poder militar celta.