(ca. 1030 a.C ). Etapa histórica, en la que se forma el reino israelita, después de un largo periodo de gestación desde la época patriarcal. Las agrupaciones entre tribus, las crisis comunes y especialmente la fe en un mismo dios, Yahvé, fueron forjando una conciencia común de pueblo que cristalizó en la monarquía. Ésta se asentó cuando todos los grupos preisraelitas, que ocupaban la tierra de Palestina, se unieron en una sola entidad política. Son varios los factores que favorecieron este hecho. En primer lugar, el paso a una sociedad sedentaria, en segundo lugar, la amenaza de los filisteos que hacía necesario un ejército más estable y en tercer lugar, el vacío de poder en la zona, ya que la influencia egipcia en esos momentos casi no se dejaba notar. Como base para el estudio de esta época, además de la Biblia, se cuenta con otras fuentes como los documentos oficiales, "los anales de los reinos", "las crónicas cortesanas", que comienzan a aparecer en la época del Rey Salomón. Podemos distinguir dos etapas: la monarquía unida y la división de Israel en dos reinos.