(Siglos XVI-XVIII) En el siglo XVI, sólo una parte del África blanca, el Magreb, escapaba al retraso del resto de África y mantenía una prosperidad, por lo menos en el Imperio marroquí y en las llamadas "regencias berberiscas" o Estados berberiscos*. En el interior, las tribus nómadas tuvieron dificultades para continuar con el comercio de esclavos y de oro hacia el norte desde que los portugueses se habían asentado en Guinea y el comercio se había desviado hacia el sur. Sin embargo, los nómadas basaron su comercio en los dátiles y en la venta de cuero en la costa. Por otra parte fueron muchos los moriscos expulsados de España los que se instalaron en el Magreb. Después del sometimiento de Egipto a Estambul sólo Marruecos quedó como entidad independiente.