(929-970) Conde de Castilla desde 931, hijo de Gonzalo Fernández, Conde de Lara. En el año 932 aparece como conde de una Castilla unificada, recibiendo el título de manos de Ramiro II, Rey de León* en premio a sus leales servicios. Su gran actividad militar y su singular habilidad política le permitieron consolidar su obra. Combatió implacablemente a los musulmanes. Ensanchó las fronteras por Extremadura y aumentó el grado de autonomía de su condado con respecto a León.