Nombre dado durante las Edades Media y Moderna a algunas monedas* europeas de plata*, como el sou francés (siglos XVI a XVIII) y los soldos o soldinos italianos. El término procede del latín solidus (sólido, macizo), del que también deriva la palabra sólido (1)*. En el caso hispano, entre los siglos XVII y XIX se acuñaron piezas con esta denominación en Cataluña y Baleares (sou). También se emitieron piezas de medio, dos, cinco y treinta sueldos.