Nombre dado desde finales del siglo XVI a la moneda* española de plata* y oro* acuñada a martillo* en las cecas* de América. Con frecuencia se trataba de una pieza tosca, fabricada con cospeles* irregulares y de grosor y módulo* variables, lo que favorecía la limadura y el recorte de los cantos*. En algunas casas de moneda (Potosí), se acuñaron hasta mediados del siglo XVII, pero en otras (México), se continuaron emitiendo hasta 1732, fecha en la que todas las cecas indianas estuvieron en condiciones de poder obtener mediante procedimientos mecánicos la nueva moneda de cordoncillo*, con el canto ya troquelado. En plata se emitieron piezas de ocho, cuatro, dos, uno y medio real (2)* y, en oro, de ocho, cuatro, dos y un escudo (3)*. Su etimología no está clara, aunque parece que procede del término peruano macuco, relacionado con la idea de astucia o disimulo.