Técnica de grabado* mecánico de adornos y motivos precisos y regulares, compuestos por líneas en paralelo, rectas o curvas, en los que el brillo del corte da un efecto decorativo singular. Se practica desde el siglo XVI, aunque sólo en materiales orgánicos (marfil, cuerno, madera, nuez de coco) y piedras blandas, mediante el torno geométrico de roseta, y desde finales del siglo XVII utilizando máquinas especiales. Desde el siglo XVIII se aplica esta técnica a los metales y especialmente a la plata y al oro con corte más estrecho y poco profundo.