La técnica de la glíptica se puede remontar a las culturas mesopotámica y egipcia y ha adquirido un alto grado de desarrollo entre griegos y romanos, con un gran auge en el Renacimiento y el Neoclasicismo.
Conjunto de procedimientos técnicos de conformación y acabado directo de los minerales que por su forma, color, transparencia, luminosidad, dureza, se han empleado como adornos o útiles con un alto simbolismo de poder y riqueza.