El periodo Neógeno es una división de la escala temporal geológica que pertenece a la Era Cenozoica; dentro de esta, el Neógeno sigue al Paleógeno y precede al Cuaternario. Se tienen registros de los eventos de extinción que ocurrieron en el Atlántico durante el Neógeno tardío. Actualmente se considera que el Neógeno comprende solo las épocas Mioceno y Plioceno, aunque una reciente propuesta de la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS) pretendía añadir las épocas Pleistoceno y Holoceno, continuando hasta el presente.
Los términos Sistema Neógeno (formal) y sistema terciario superior (informal) describen las rocas depositadas durante el período Neógeno, que abarca unos 23 millones de años. Durante el Neógeno los mamíferos y las aves se desarrollaron bastante. Muchas otras formas se mantuvieron relativamente estables. Tuvieron lugar algunos movimientos continentales, siendo el más significativo la conexión de América del Norte con América del Sur a finales del Plioceno. Además, durante el Neógeno el clima se enfrió, culminando en las glaciaciones del Cuaternario, y se produjo la aparición de los Homínidos.