La magistratura romana, exigía un legitimación religiosa y consagración popular. Los magistrrados tenian y eran elegidos por el pueblo en sus asambleas, en las cuales se tenian en cuenta los auspicios que representaban las consultas a los dioses.
Eran los sucesores de los reyes en el ejercicio de la autoridad.
Los magistrados se dividian en MAIORES (Dictador, Interrex, pretor, censor, questor y ediles) o MINORES (Questores, ediles),